14 de septiembre de 2014

Stairway


El camino para conocerse uno mismo es una cuesta arriba, siempre hay que subir un escalón para poder ver un poco más arriba y ver con más perspectiva el camino recorrido. Además, es un camino largo y lento, se hace paso a paso. En este recorrido me he encontrado con varias paredes, varios escalones que no se dejan subir o no me dejan subir. Me detienen. Son nudos cuyo desenredo no es fácil, ni rápido. A veces me cuesta verles la forma. Así que los dejo ahí, los miro, los contemplo y me doy cuenta de que me generan ansiedad… trato de seguirlos contemplando y poco a poco voy pensando en como desamarrarlos, también pienso en porque me generan ansiedad, y así. Aún no logro subir ese escalón.

He estado leyendo al Dalai Lama, pensé que el budismo era relativamente fácil de comprender pero ya casi terminando el libro "A profound mind, contemplating wisdom in everyday life", me he dado cuenta de que que el budismo tiene una esencia sencilla pero su proceso de aprendizaje es muy complejo. No tenía ni idea, hasta ahora, de que esta vaina no es nada fácil! 

De los conceptos más importantes y más abstractos son el selfness y el emptiness. La idea es algo así como que detrás de todos los sentimientos que nos afligen, por lo general la rabia y el apego, no hay nada, nada! Plop! Es como la frase que mi mama siempre me dice cuando estoy rayada por alguna cosa "eso no vale la pena", esa frase que me frustra porque siempre pienso que si vale la pena.

Cada quien tiene el poder de darle a esos sentimientos esos significados y cada quien decide como quiere relacionarse con las emociones. Aquí es donde viene el emptiness, nos dice que esos sentimientos son sólo en ese momento y en el siguiente dejan de existir, pero siguen existiendo si los seguimos viviendo y recreando. El Dalai Lama siempre pone el ejemplo de la silla, la que es vista de diferentes formas en las diferentes corrientes del budismo. Cada una de estas corrientes le pone un matiz más complicado a la relación entre el self y las cosas, o entre el yo y la silla, y la verdad, creo que todavía no entiendo estos matices. Sin embargo, si me atrevo a decir que la lección, o la escalera en la que estoy, me dice que el gran problema de las emociones es nuestra aproximación a ellas y a sus causas.

Me gusta la idea del emptiness porque obliga a dejar pasar, a no apegarse, a no plantearse uno como EL centro. Lo que aún no me queda muy claro es donde quedo yo. Se reducirá a una circunstancia? Osea, yo soy pero no soy porque mi relación con mis emociones siempre está cambiando. Es como una idea de física cuántica, somos partículas, estamos en un lugar y luego estamos en otro y no somos rastreables. Me encanta la idea de la no permanencia, del no apego… pero ese yo que se hace más fuerte con los años, donde lo metemos? Y cuando tenemos que tomar decisiones, con qué criterio las tomamos si no es con el criterio del yo? Eso aún no lo comprendo… pero seguiré en la búsqueda.

Gracias al Dalai Lama y al metro de DC por estas reflexiones.



8 de septiembre de 2014

Encuentros


Hoy descubrí que...


- en Washington uno no puede sentarse en un restaurante como pedro por su casa porque lo miran rayado, hay que pedir que lo sienten, así el restaurante esté desocupado;

- un pantalón para hacer yoga es más caro que un jean levis...
- la gente es demasiado saludable, hay gente trotando a cualquier hora, por cualquier calle y hay un montón de restaurantes: green, organic, healthy, etc. Pero eso si, hay escaleras eléctricas en todo lado;
- las calles son muy impersonales, poco incentivan al peatón a caminar, en los hoteles hay shuttles que cubren distancias ridículas: 3 cuadras;
- hay libros baratos, me compre uno del Dalai Lama y de Thoreau por 10 dólares;
- me encanta Georgetown, la arquitectura y la iluminación del metro;
- hay conciertos gratis todos los días en el Kennedy Center;
- tenía mi blog abandonado hace dos años pero hoy lo encontré, y me encontré. 

24 de julio de 2012

El País de la Canela

"Es eso que has dejado lo que persigues, si quieres saber lo que eres, tendrás que preguntárselo a las piedras y al agua, si quieres descifrar el idioma en que hablan los brujos de tu sueños, interroga las primeras fábulas que te contaron la primera noche bajo el fuego. Porque no hay río que no sea tu sangre, no hay selva que no esté en tus entrañas, no hay viento que no sea secretamente tu voz y no hay estrellas que sean misteriosamente tus ojos. Dondequieras que vayas llevarás esas viejas preguntas, nada encontrarás en tus viajes que no estuviera desde siempre contigo, y cuando te enfrentes con las cosas más desconocidas, descubrirás que fueron ellas quienes arrullaron tu infancia".

27 de noviembre de 2011

Love

26 de noviembre de 2011

Domingo en Suesca

La carrera décima

Sobre la carrera décima con carrera 20, los andenes acogen decenas de indigentes, quienes pasan la noche en uno de los sectores más inseguros del centro de Bogotá. El sol de la mañana cobija a estos personajes quienes parecen inmersos en un sueño profundo, mientras que una forzada indiferencia nos llena de frío a quienes pasamos por ahí. No sabemos por qué razón están ahí ni por cuáles circunstancias de la vida yo me lleno mi estómago todas las mañanas con una arepa y un juego de naranja fresco y ellos se llenan con el ediondo olor del bóxer. Justicia?



26 de octubre de 2010

9 de octubre de 2010

30 de septiembre de 2010

25 de septiembre de 2010

23 de septiembre de 2010

21 de septiembre de 2010

Relictos de un mercado

Érase una vez Betatonio. Érase una vez películas en beta y vhs. Luego, el grande Blockbuster llegó con luces hollywoodenses y películas de caja roja, las de estreno y sólo de una noche; las azules, de dos noche y los clasicos verdes, de tres noches. Empezaron las promociones, alquila 2, lleva 3 o alquila 3, lleva 5 y además paga 10 000 pesos y recibe un litro de helado de vainilla.

Aterrizaron los dvs y los quemadores. Ese día inició la agonía de las promociones de alquiler, de betatonio y de blockbuster. Los andenes de las calles se han plagado de películas de estreno, empacadas en bolsitas precarias con carátulas descoloridas. Por solo 2000 pesos evítese la ida al cine, la suscripción a una tienda de alquiler y vea lo último de cartelera en casa.

A pesar de este panorama desolador para la industria cinematográfica, aun quedan relictos de alquileres de peliculas originales en Bogotá. Hasta cuando?

17 de septiembre de 2010

Camino al trabajo

La Barbie de Guernika, famosa pasteleria de la carrera decima con calle 21, mide un metro y diariamente luce un vestido y peinado diferentes. Le gusta usar atuendos flamenqueros y sonreir a las lindas obras de la carrera décima.

Camino al trabajo

El maní de Santos y la subsistencia en la 7ma

Reflexiones de un pensador alemán

Los baches de la ciudad

14 de septiembre de 2010

Tarde bogotana

Peligro, excavación profunda - Trabajos interminables de la décima. Bogotá.

Tener cuidado con las excavaciones profundas, asegurar las paredes para evitar las remociones y sobre todo, use casco. Fase III Transmilenio.

11 de septiembre de 2010

Los silencios del bosque


La lluvia siempre llega después del almuerzo, viene con el calor de un postre con un café de campo. Eso es lo que ocurre con certeza en este lugar, el santuario de fauna y flora Otún Quimbaya. Son casi las tres de la tarde y ahora me refugio de la lluvia en un cuarto de una de las casas de esta zona cafetera, luego de una mañana en las entrañas del bosque subandino. Queria tomar fotos de aves en la madrugada pero realmente estaba tan a gusto entre las cobijas que preferí no salir de ahí. Salí a las 9, luego del desayuno, a caminar por el sendero "los bejucos", uno fácil de 50 minutos. Los movimientos del bosque poco a poco ocultaron mis pasos sobre el lodo y las hojas secas. Me dejé llevar por el camino, tanto que mi primer susto fue un sonido seco del movimiento de unas ramas, seguido por el relinchar de un ave. Era una pareja de pavas que, al oir mis pasos, reaccionó con alaridos alejándose de mi. Sólo vi el balanceo de las ramas.

Caminé más despacio, consciente del sonido de mis pisadas, así el bosque me dejó entrar en el. Escuché aves y bichos. Un pájaro barranquero fue la primera fotografía que tomé, tiene la cabeza azul metalizado y la cola dividida por dos líneas cuyo final tiene la forma de un diminuto abanico. Seguí avanzando, pensaba en las historias de Guido, un funcionario del santuario, quien me contó el día anterior que en los 14 años que lleva trabajando en el lugar, sólo había visto dos veces un puma. La verdad, me estremecía un poco la idea de saber si me iba a encontrar ese gran felino sola. Pero en realidad, los sonidos más fuertes eran siempre de pavas asustadas o bien de micos aulladores. Estos mamíferos aullan como si avisaran que es el fin del mundo. Se encuentran a lo alto de los yarumos y se desplazan en grupos donde un macho alfa manda la parada. Guido, quien me buscó al final del sendero, me explicó que el macho alfa organiza y controla todo movimiento del grupo. En las mañanas, el grupo se organiza en línea, separados por troncos y se disponen a hacer sus necesidades en las alturas de forma sincronizada. Cada grupo está compuesto por machos y sólo una hembra. Cuando un macho del grupo se quiere aparear, tiene que disputarse la hembra con el macho alfa. El que pierde tiene que abandonar el grupo y por lo general, va en busca de otra hembra que se roba de otro grupo para formar uno nuevo. Pero esto no es lo mas interesante de estos mamíferos. Resulta que si una cría se llega a caer de un árbol, el grupo espera que suba de nuevo y cuando los encuentra, la hembra lo coge a palazos con las ramas. El pobre, bien aporreado por la caída, tiene que aguantar el regaño de la madre, quien le recuerda que de la torpeza sólo queda el dolor.

Las aves de poca gracia y pequeñas cantan melodiosamente al bosque. Los sonidos más disonantes provienen de las aves más coloridas, esto me produce tanta gracia como el hecho de que las hembras son siempre las más feitas y simples, a diferencia de los machos, coloridos e imponentes. Guido me cuenta que las aves siempre están en pareja, macho y hembra, y si llegase a morir la hembra, el macho no busca una nueva y la muerte se lo lleva pronto..

Sigue lloviendo, de nuevo estoy dentro de las cobijas pasando la tarde y recordando mi clase de comportamiento animal.

6 de septiembre de 2010

Encrucijadas